Mi hijo me ha enseñado que lo importante no es donde vas, sino disfrutar de las pequeñas cosas que te vas encontrando en el camino.

 

En mis trabajos anteriores siempre he buscado representar motivos mas elevados; el cambio climático, la crisis financiera, la guerra o el mundo del arte. Siempre desde una visión critica e irónica.

Desde que soy madre he dejado de mirar hacia fuera para empezar a mirar hacia dentro. Y en esa mirada interior me he fijado en las pequeñas cosas cotidianas de la vida; las formas de las nubes, las ramas de los arboles o el reflejo del sol en las montañas. Se podría decir que me he reconciliado con el mundo.

“El viaje es el camino” es una muestra de esa mirada interior para reconocer cuales son las cosas importantes de la vida.

 

Se inauguró en Teruel en 2011.